Buscando la cena

Me hubicuaba en Francia, en uno de sus frondosos bosques al sur de la capital, que como de costumbre, rondaba sin ninguna idea en mente y esperando a que la noche se cerniera sobre mi para dormir y después emprender de nuevo el viaje hacia ningún lugar. Lo que se podría llamar una vida rutinaria más o menos.
Dando de banda mis pensamientos, me centre en la cena de esta noche, que todavía tenia que cazar y apneas me quedaba tiempo para aprovechar las pocas horas de luz que ofrecía el sol a entonces, que por lo cual en cuando llegase la noche me seria mas difícil.

"mmm.... me será difícil...." pensaba para mi mismo a la vez que caminaba y mirada todo a mi alrededor para hallar a alguna presa a la cual cazar. Pero desgraciadamente, caminaba sin parar y no aparecía ningún animal, y las fuerzas me eran débiles, y que podría hacer si no cenaba?

Caminaba por las calles de la cuidad buscando a una pequeña niña que podía haber jurado hacía unos segundos estaba a mi lado.

-Ag sabia que no debi perderla de vista, pero toda esa gente...- interrupio su platica personal cuando vió que cerca había un sujeto y con un poco de curiosidad empezó a seguirlo- En una de esas la encuentro -pensó con demasiadas esperanzas - No es que tenga mucho que hacer despues de todo.

Asi continuo siguiendo a aquel desconocido.

Tenía tiempo dando vueltas y vueltas y vueltas escapando de Kuro cuando llegó a una calle muy solo llena de gente extraña y salió corriendo lo más rápido que puedo, pero entonces se topó con Kuro que estaba en otra calle muy muy sola y oscura.
-Kuro-san, Kuro-san había un callejón osucuro oscuro y muchas personas malas y yo, y yo corrí y...-

Se quedó viendo curiosa a una persona que no se encontraba muy lejos de ellos.
-KURO-SAN, ¿ES TU AMIGO?

Volteò a ver a la pequeña bruja que estaba gritando a su lado y luego a aquel chico al que llevaba tiempo siguiendo.
-No le conozco, Klauzz-contestò a la pregunta que le habìa formulado la niña- pero es posible que debamos tener cuidado con el- pse advertìa en sus pensamientos mientras estudiaba a fondo a esa persona. Parecìa estar no muy seguro de nada.

-Yo soy el kishin Kuro Kazekei y ella es Klauzz- menciò repondiendo la pregunta del chico enfrente de ellos.

De pronto del umbral de que deduje que quizás podría haber alguien, se pudieron distinguir dos voces. Una de ella respondía a mi pregunta, presentándose como un kishin, cosa que me dejo aducido por tal tranquilidad a la que el individuo decía de su raza, a la vez que dejaba de prestar atención a la que nombro Klauzz.

-tienes hora?- pregunte de forma espontánea, con el único objetivo de dejara a blandir su presencia mostrándome un reloj o respondiendo y a partir de ello, poder prevenir de cual seria su cometido.

-¿Tiempo?- preguntó impaciente al oír la pregunta del chico.- El tiempo no tiene importancia. -Dijo antes de volverse ante Klauzz- Pero tu y yo tenemos cosas pendientes. - Le dijo a la pequeña niña jalando su mano en forma de guiarla.
-Me parece que no debemos exponernos por ahora- Pensó notando que aquella persona escondía varios fines para aquella simple pregunta.- Volvamos a casa ya.
Guiando a Klaus siguió su camino en dirección contraría a la que había estado dirigiéndose en los últimos minutos.

-pero Kuro-san mira que yo me quiero quedar ¿si puedo?
miró a Kuro antes de u el la jalara hacia donde el caminaba y zap comenzó a llorar
-Kuro-san yo no me quiero ir-
miró a Kuro con cara de conejita tierna y luego vio al chico que le había preguntado la hora a Kuro y dejo de llorar
-ademas tu amigo puede sentirse solo Kuro-san-.